2007/07/05

ѕan jυan de gazтelυgaтхe



San Juan de Gaztelugatxe es una isla, convertida en península por la construcción de un puente, que esta situada en la costa vizcaína y pertenece al municipio de Bermeo, en el País Vasco. Sobre la isla hay una ermita, dedicada a San Juan, que data del siglo X, aunque algunos descubrimientos datan del siglo IX. Junto con otra pequeña isla vecina, la de Aketze, forma un biotopo protegido, que se extiende desde la localidad de Baquio hasta el cabo Machichaco, en el golfo de Vizcaya.

Para vistarla se puede estacionar el automóvil en una pequeña explanada con varias plazas de estacionamiento. Una vez se inicia la ascensión, se aprecian las sucesivas paradas de lo que parece un Vía crucis. Desde arriba las vistas de los acantilados y de la costa son fascinantes.

La mejor época para visitarlo es la primavera o el otoño y así disfrutar de la paz del lugar. En verano suele estar muy concurrido.

Etimológicamente la palabra gaztelugatxe puede provenir de gaztelu "castillo" y aitz "roca" o "peña", es decir "peña del castillo".

La costa vizcaína en este lugar es acreste. El mar sin cesar erosionando la roca, areniscas y duras calizas arrecífales, y tallando en ella túneles, arcos y cuevas. La isla de San Juan de Gaztelugatxe es el corazón de este tramo de costa, junto con la pequeña isla de los conejos, la isla de Aketze, paraíso de las aves marinas.

Sobre la isla de San Juan hay una ermita consagrada al santo. Junto a la ermita hay un pequeño refugio que permite protegerse del viento, disfrutanr del mar y de las aves que anidan en estos lares.

El acceso es un estrecho camino que parte de tierra firme y cruza sobre las rocas por un puente de piedra permite llegar hasta la zona superior del islote después de ascender.

El islote esta atravesado por túneles y arcos. A sus lados se abren playas de piedra que suelen ser muy utilizadas por los buceadores.

Las aves marinas son muy abundantes. La existencia de espacios amplios, como la isla de Aketze que solo se pueden acceder por mar, hacen que puedan reproducirse con tranquilidad. Entre las aves que crían aquí destaca, por su rareza y pequeño tamaño, el paíño común. Abundan además, las gaviotas patiamarilla, los cormoranes moñudos y las palomas bravías.

La ermita

La pequeña iglesia, que permanece cerrada la mayor parte del tiempo, data del siglo X y parece ser de origen Templario. En el año 1053 fue donada, por Don Iñigo López Señor de Vizcaya, al monasterio de San Juan de la Peña situado cerca de Jaca en Huesca.

En 1593 sufrió un ataque corsario a manos de Francis Drake donde fue saqueada. Este fue uno de los muchos incidentes que a sufrido a lo largo de su historia donde se ha incendiado varias veces. El 10 de noviembre de 1978 fue incendiada y destruida. Dos años más tarde, el 24 de junio de 1980 se reinauguraba nuevamente.

En la explanada e interior de la ermita se han hallado enterramientos medievales del siglo IX y XII. La jurisdicción religiosa a la que pertenece la ermita es a la de la parroquia de San Pelayo de Baquio.

La ermita alberga varios exvotos de marinos que se han salvado de algún naufragio. Según una tradición una vez alcanzada la ermita hay que tocar la campana tres veces y pedir un deseo. El esfuerzo necesario para subir las escaleras, se ve ampliamente recompensado.

Episódios bélicos

El estratégico lugar que ocupa esta ubicación le ha hecho desarrollar un papel importante en diferentes acontecimientos históricos. Fue uno de los lugares en donde se enfrentaron al rey de Castilla Alfonso XI el Señor de Vizcaya Juan Nuñez de Lara en 1334.

En 1594 fue atacado por herejes de La Rochele, sufriendo el saqueo y el asesinato del ermitaño que estaba a su cuidado. En el siglo XVIII fue asaltada por tropas inglesas y en la guerra civil española se produjo en sus aguas la batalla de Matxitxako en donde se enfrento la marina republicana contra la sublevada.

Costumbres y tradiciones

A la tradición de subir y tocar tres veces la campana para pedir un deseo o ahuyentar a los malos espíritus se unén otras más. Los barcos de pesca bermeanos cuando salen a afenar suelen realizar varios giros a babor y estribor para que el santo les de suerte. Las mujeres que sufre algún problema relacionado con la fertilidad suelen acudir a este lugar con la creencia que el Santo les ayudara a solventar dicho problema. A los huecos de las escaleras, identificados como las huellas de San Juan, se les otorgan diferentes poderes curativos, para beneficiarse de los mismos hay que meten los pies en ellos buscando que curen los callos o se dejan sombreros, pañuelos o txapelas para curar el dolor de cabeza.

La tradición cuenta que San Juan Bautista llegó a tocar tierra en este punto de la costa vasca dejando sus huellas marcadas en la roca en cuatro lugares diferentes. en el arco de San Juan en el propio casco urbano de Bermeo, junto al caserío Itsasalde ,en el alto de Burgoa y finalmente junto al caserío de Ermu, esta colocada en 1982. Cuenta también que en las cuevas del peñón la inquisición encerraba a los acusados de brujería.

Las fiestas

En San Juan de Gaztelugatxe de celebran varias fiestas. Lo curioso es que a cada una de ellas acude gente de un pueblo diferente. Así pues:

  • El 24 de junio, San Juan Bautista, hacen fiesta los bermeanos.
  • El 31 de julio, San Ignacio de Loyola, hacen fiesta los arratianos.
  • El 29 de agosto, San Juan degollado, la celebran los de Baquio.

El 29 de agosto también se realiza una ofrenda floral submarina a la Virgen de nuestra Señora de Begoña que fue instalada en la base del acantilado, frente a los arcos, en 1963.

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