2007/07/05

vιrgen de aranтzazυ

La Virgen María, lazo del hombre con Dios, se apareció milagrosamente en distintos lugares, desde tiempos anteriores a su ascensión a los cielos. Hoy muchos de estos lugares son centros de peregrinación.

La historia de Nuestra Señora de Aranzazu, la Virgen Vasca, tiene su origen en el año 1469, en la región de Oñate, Guipúzcoa.

El País Vasco, sufría dos profundas llagas, la primera era la sequía, llevaba cerca de tres años sin lluvias, con sus secuelas de hambre y muerte y la segunda era la guerra fraticida: luchaban los añacinos contra gamboinos….

Los vascos acudían a la oración, convencidos de que “la justicia sólo está en el cielo”, pedían por lluvia y paz.

En ese año, un pastor, Rodrigo de Balzategui, recorría la montaña de Aloña, próxima a la villa de Oñate en Guipúzcoa, procurando reunir sus ovejas. En esas labores se encontraba cuando, reparó en un objeto claro que destacaba entre los espinos del valle y, al aproximarse, vio que se trataba de una imagen de Nuestra Señora, tallada en la blanca piedra de la región.

Sin dar crédito a lo que veía y sin poder contener su entusiasmo, Rodrigo exclamó: “¡Arantza Zu!, ¡Arantza Zu!”, expresión que significa: “Tú entre los espinos!”.

La Virgen le indicó que debían peregrinar hasta ese lugar. Regresa Rodrigo al pueblo, y se dirige a los padres y hermanos que estaban rezando. No es aquí donde hay que rezar, sino en el monte, donde está la Virgen sin ermita ni resguardo.-

Ante su insistencia lo acompañaron un grupo de jóvenes, que al llegar, le comienzan a construir una ermita, al tiempo que se oscurece el cielo por la tormenta. Terminan la ermita, vuelven corriendo y llegan al pueblo con las primeras gotas de un fuerte aguacero .Este fue el primer milagro de Nuestra Señora de Aranzazu. La novedad recorrió los valles y las comarcas.

Esa ermita de ramas fue reemplazada por construcciones mas sólidas, en esa empresa se encontraron trabajando como hermanos, aquellos que antes se mataban como enemigos. La paz es el segundo milagro de Nuestra Señora de Arántzazu. Así nace su santuario como Casa de María.

En 1499 llegan los hermanos Franciscanos, que serán los custodios del Santuario hasta nuestros días.

En 1522, Ignacio de Loyola, convertido al Señor, hace una noche de vela en Arantzazu. Desde aquí marcha peregrino. Es el "Peregrino" de Arantzazu.

El historiador español Esteban Garibay (1535-1599), bibliotecario y cronista de la corte de Felipe II, oriundo de tierras vascas, dejó constancia del hecho en historia de España, dando cuenta que a poco de descubierta la imagen, el lugar del hallazgo comenzó a ser visitado por innumerables peregrinos y que tanto la fama como los milagros de la Virgen, se multiplicaron.

Desde el 13 de mayo de 1810 es Patrona de todo el pueblo Vasco, Nuestra Señora de Aranzazu.


· La imagen de la Virgen de Arantzazu es una talla en piedra de diseño simple. En la mano derecha tiene una bola simbolizando el globo del mundo y con la izquierda sostiene al niño que se sienta en la pierna del mismo lado algo sentado. Describen el rostro de la imagen como el de una «aldeana sana de ancho cuello y generoso pecho». El niño no está tan bien trabajado como la figura principal, lleva un fruto en su mano izquierda. Suele presentarse sobre un tronco de espino blanco y con un cencerro al lado.

· El santuario de Guipúzcoa

Edificado un santuario, en el lugar de aparición la Virgen, no tardó en convertirse en meta de numerosas peregrinaciones hasta el día de hoy. La fecha de conmemoración de la Virgen de Arantzazu, es el 9 de septiembre.



· Historia de la vírgen de Arantzazu en la Argentina.

Su culto se introdujo en la Argentina por medio de los inmigrantes vascos. Desde 1802, ejercía su protectorado sobre el antiguo caserío del Alto de Punta Gorda (hoy San Fernando), al norte de la ciudad de Buenos Aires, poblado mayoritariamente por vascos y navarros

Ese año, la Virgen guipuzcoana fue entronizada en el altar de la pequeña capilla construida por el presbítero Manuel Saturnino de San Ginés, hijo de vascos y devoto de la Virgen. Desde entonces protege y vela por esa población que la eligió patrona.

Hoy una hermosa iglesia se levanta en el mismo sitio y desde allí la Santa Madre cubre con su manto a un pueblo que la reverencia.

En 1810, en la localidad entrerriana de Victoria, Salvador Ezpeleta hizo en honor de Nuestra Señora de Aránzazu un oratorio, hoy transformado en iglesia, siendo ella y la de San Fernando las únicas dos de todo el territorio argentino que se hallan bajo su advocación.

Posteriormente en el año 2000, la Virgen de Luján, Patrona de los Argentinos, recibe en su casa, en su basílica y para siempre, a la Virgen de Arantzazu, como signo de la unión fraternal entre sus pueblo.

En el año 2005, una imagen traída directamente desde el Santuario, se entronizó en la ciudad de Villa Mercedes, provincia de San Luis. Y por gestiones de la gente de este Centro Vasco, sus familiares del País Vasco, donaron una imagen al Centro Vasco de Chivilcoy, que fue entronizada el domingo 24 de junio, en la Casa Vasca, ceremonia a la que invito a toda la ciudad a concurrir.

El culto a la Virgen de Arantzazu goza históricamente de una gran tradición en Argentina y otros países de América Latina como Perú, Chile, México o Uruguay, donde han existido, ya desde fecha tan temprana como 1612, hermandades y advocaciones presididas o dedicadas a la Virgen vasca.

Todos los 9 de septiembre, vascos y argentinos, se inclinan ante Nuestra Señora de Aranzazu, para pedirle:

Santa María de Aránzazu,

Poderosa Reina de los cielos.

Arranca las espinas de nuestras vidas;

aleja el pecado de las mismas;

danos el gozo de la gracia de tu Hijo.

Así sea.

http://www.basilicadelujan.org.ar/pages/cripta-07.htm

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