2007/04/03

eυѕĸo danтzaĸ




Las Danzas vascas son una parte muy importante de la cultura vasca y la fundamental de su folclore. Cada territorio histórico, o provincia, tiene las suyas propias. Cada pueblo tiene su danza que se acostumbra a bailar en sus fiestas mayores. Algunas de ellas son muy antiguas perdiéndose su origen en los tiempos, otras son recreaciones más o menos modernas de viejas danzas y algunas son nuevas coreográfias con base popular.
La realización de los bailes, que intentan recrear situaciones o acontecimientos, y que se realizan para la conmemoración de fiestas y actos especiales dificulta la clasificación de los mismos ya que son multitud los parámetros para realizar estas, cada estudioso viene realizando una clasificación diferentes, por ejemplo Juan Antonio Urbeltz ha seguido criterios morfológicos y coreográficos en la elaboración de un sistema de clasificación de las danzas vascas, mientras que el folclorista vasco José Antonio Quijera ha empleado criterios formales y coreográficos, una propuesta que, difiere de la Juan Antonio Urbeltz, o el temporal seguido, entre otros, por Julio Caro Baroja.
Centrándonos en a las diferentes tipologías de danza, no se puede pasar por alto tres formaciones características de realización:
• Los bailes de romería o plaza, basados en los bailes que se celebraban en las romerías y cuya participación era popular y espontánea han pasado a engrosar el repertorio de los grupos de danza establecidos, si bien es verdad que todavía se vienen realizando en todas aquellas romerías, sobre todo en los lugares rurales del país, este tipo de balies populares y espontáneos que invitan a participar libremente a todos los romeros y visitantes.
• Las danzas de espadas, las danzas de espadas, que tienen un paralelismo evidente con las europeas del mismo tipo. Su realización, siempre ligada a la conmemoración o a rendición de honores, esta ligada a la danza ritual donde el pueblo apoya con respeto a cada colectivo de danzantes.
• Las danzas de fin de fiesta, este tipo de bailes se realizan para marcar el fin de unas fiestas o de un periodo concreto, como el carnaval, han servido de simbólico colofón al desenfreno festivo, representado en el golpeo, vapuleo y quema del pellejo de vino inflado y vacío. Es el fin de un ciclo y el comienzo de otro…

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